Karla García
Un colectivo, de estudiantes de postgrado de sociología de la BUAP y otros organismos sociales preparan la creación de otro método de educación en el que no se evalúen los conocimientos, sino que un alumno sea capaz de resolver los problemas sociales que lo rodea.
Uno de los integrantes de este colectivo, Julio Broca citó como ejemplo, las comunidades “zapatistas”, en donde las personas aprenden del intercambio de ideas durante la visita de los integrantes de la propia comunidad.
Mediante una rueda de prensa, se presentó el encuentro: ‘Del rechazo nace la esperanza: otra educación, otro hacer y otra vida son posibles’, que tiene el objetivo compartir  experiencias educativas alternativas y dar otro opción  de educación para personas rechazados de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
“Vamos hablar con personas que tienen proyectos de esta zona y que podrían ejecutarse en Puebla, por ejemplo, los que viven en el estado de Oaxaca, quienes desde hace 20 años tiene otra educación alternativa, que resuelve los conflictos sociales”.

“Del Rechazo Nace la Esperanza” analiza otros métodos de educación alternos para  personas que no tienen acceso a la educación universitaria e incluso para quienes no pueden estudiar en nivel media superior.
Este congreso se llevara a cabo los días 26 y 27 del mes de septiembre en las instalaciones del edificio de la “Aduna Vieja” ubicado en la calle  2 oriente 410 del centro de la ciudad, en el instituto Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego” de 9 a 20 horas.
Los objetivos de este proyecto es que se vincule a los jóvenes con los problemas sociales y sobre todo fomentar el dialogo sobre la problemática académica del estado y país. Cambiar los esquemas de enseñanza en los planteles educativos, sin necesidad de los institutos de gobierno.
“Las tasas de delincuencia, desempleo, drogadicción y suicidio es un escape para aquellos jóvenes que no logran obtener un lugar en la máxima casa de estudios o bien en alguna otra escuela en donde se les prohíbe su acceso”, expresó.
Tan solo en el proceso de admisión del año 2013, la BUAP rechazó a 28 mil jóvenes, cinco mil más que el año pasado. “Cada vez somos más los rechazados no solo de las escuelas públicas sino también de las privadas, así como de los centros de trabajo, espacios públicos y de los círculos sociales”.