Más de 100 voces en escena formando un solo coro, emanado del Ángela Peralta, el Guillermo Sarabia y el de niños del Centro Municipal de Artes, 20 músicos que integran la Camerata Mazatlán, la mayoría egresados del CMA, y las voces de los solistas patasaladas Adán Pérez, Penélope Luna y Óscar Gómez, definieron la Carmina Burana porteña que se presentó en el Teatro Ángela Peralta, todos dirigidos por Percival Álvarez.
La fortuna de la que hablan los versos de la Carmina Burana, del compositor alemán Carl Orff, se posó en el puerto desde el que se fundó el Centro Municipal de Artes de Mazatlán, en donde se ha desarrollado el talento musical de los mazatlecos y hoy pueden montar obras de la complejidad de esta cantata y sorprender al público como lo hicieron el jueves y viernes pasado.
La obra que ha cautivado a los públicos del mundo a más de 70 años de su estreno, cautivó nuevamente a los mazatlecos y los extranjeros que habitan el benévolo otoño porteño.
La potencia de las más de 100 voces se dejó sentir en el foro estremeciendo al auditorio con la portentosa entrada con la que arranca el Oh fortuna, el fragmento más conocido de esta obra, cuyas letras están integradas por 25 poemas de una extensa serie de escritos realizados por los goliardos, un grupo de monjes renegados que escribió estos versos en latín medieval en el Siglo 12, para burlarse de la represión moral que ejercía la Iglesia sobre la sociedad y le cantaron a la naturaleza, al vino y al amor carnal.
‘Cascadas’ de emociones
En la primera parte le cantan a la naturaleza que llena de vida, energía y belleza al mundo. El compositor alemán Carl Orff creó una música llena de percusiones, de sencilla estructura y melodías, vital, explosiva, que contagia esa fuerza profunda de la vida que late en todo lo que rodea al hombre.
El tenor Óscar Gómez interpretó la canción conocida en el argot musical como El pato asado.
La segunda parte está dedicada a la glorificación del vino, por el efecto desinhibidor que tiene sobre aquellos que lo beben.
En esta sección fue donde Adán Pérez desplegó sobre los oídos de la concurrencia su potente y equilibrada voz, que embelesó al auditorio con su contundente interpretación de In taberna, creando con su actitud la atmósfera de desenfado que proponen los versos en latín.
Su capacidad de cantar en un registro alto, bajarse abruptamente, luego pasar hasta el falsete mostrando todo el espectro de tonos que domina ampliamente, lo demostró en su interpretación de Dies nos etomnia, con la que convenció a los conocedores y sedujo al público en general.
Soprano natural
Vestida en rosa, angelical, la soprano Penélope Luna abordó el escenario para cantarle a la inocencia, a la ingenuidad, con el poema musicalizado Stetit puella. Le siguió el sensual In truitina, con el que la cantante sedujo al público con las palabras que hablan de la fuerza del deseo suave y contundente.
Adán Pérez se metió en el raudal de voces del Tempus es iocundus para transitar al Dulcisime, que exige de la soprano alturas desmesuradas para su voz, a las que llegó Penélope con elegancia.
El coro abordó el Blanzi flor et Helena con fortaleza, para emocionar al auditorio narrando la belleza inconmensurable de una doncella a la que compara con Venus y también con la legendaria Helena.
Carl Orff quiso que el público se quedara vibrando con el cierre de la obra, en el que se deja oír nuevamente el Oh fortuna.
SE VA AL BEISBOL
* El barítono mazatleco Adán Pérez acabó de cantar “Carmina Burana” en la sala de conciertos Walt Disney Hall el domingo 3 de noviembre, voló a Nueva York a recoger unos papeles y de ahí viajó a su querido Mazatlán para ensayar la “Carmina Burana” porteña y ofrecer el primer concierto el jueves.
* “En cuanto llegué, el martes pasado, dejé mis maletas y me fui con unos amigos al beis, a ver que Los Venados de Mazatlán le ganaran a Navojoa. Aproveché para tomarme una Pacífico y una torta, el miércoles ya estaba en el teatro ensayando y estoy feliz de estar con mi gente, de caminar por Olas Altas,
de sentir la brisa de esta ciudad
que amo”, dijo.
* Adán Pérez se va el lunes a la Ciudad de México para participar en un evento de recaudación de fondos para Sivam, institución de la que fue becario durante su formación como cantante, y el 18 de noviembre va a actuar en el Congreso Internacional de Ciudades Patrimonio, que se va a realizar en Oaxaca.
UNA GRAN DIRECCIÓN
* Percival Alvarez fue el director que guió a músicos y cantantes y para abrir bocado interpretó por primera vez en Mazatlán una obra seductora, “La tocata para percusiones” de Carlos Chávez.
* “Es una de las obras pilares del repertorio internacional, gracias a Carlos Chávez hubo un resurgimiento de la música clásica en México. Ésta es una de las primeras piezas creadas para percusiones para sala de conciertos”, comentó.
* “Está hecha con una serie de contrastes que resultan muy atractivos para el público, logra una atmósfera tímbrica con silencios de tal manera que, aunque aparentemente no suena nada, se está haciendo música, es algo que queda vibrando en el aire y que crea una emoción muy particular”.
* Agregó que Chávez es un genio que en esta obra creó una estructura rítmica que engancha inmediatamente al público, reproduce el acompasado toque de los latidos del corazón y además le da a la obra una estructura de sinfonía con tres movimientos.
*”Es muy orgánica y tiene un efecto instantáneo en el ser humano”.
LA PIEZA
“Carmina Burana” es la obra más popular del compositor alemán Carl Orff. Está basada en el manuscrito lírico de los poetas goliardos, un grupo de monjes renegados que en sus composiciones exaltaban los placeres de la vida y se mofaban del clero y la iglesia.
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