En el 20% de los casos, el cáncer de mama no podrá ser detectado con la mastografía por lo científicos presentan exámenes alternos.

Desde hace 25 años, en octubre, diversas organizaciones a nivel internacional realizan una promoción intensa contra el cáncer de mama.

En los últimos años, en México se ha adoptado esta campaña para invitar a la población a prevenir este mal que afecta a 16 mujeres por cada 100 mil habitantes.

También es cierto que aproximadamente el 20 por ciento de estos casos el cáncer no podrá ser detectado con este método de imagen, y por esa razón se han implementado otros estudios que coadyuvan en la detección a tiempo, como el ultrasonido, la elastografía, la mamografía 3D o tomosíntesis, la resonancia magnética nuclear, y la mamografía por emisión de positrones (PEM).

Sucede lo contrario con el PEM, un estudio que utiliza un radionúclido que se inyecta por vía intravenosa; posterior a esto se toman imágenes de la mama, y si existe un cáncer, el tumor atrapa intensamente el radionúclido inyectado y eso se puede observar fácilmente en las imágenes. Sin embargo, se utiliza con poca frecuencia debido principalmente al costo y la dosis de radiación que implica, señala.

Se recomienda este método de forma mensual en las mujeres fértiles, una semana después de haber terminado la menstruación, y para quienes ya no tienen el periodo se puede hacer cualquier día del mes, pero de forma fija para que funcione, señala.
Factores de riesgo

Los factores de riesgo más conocidos para el cáncer de mama son tener la primera menstruación antes de los 12 años y la menopausia después de los 55 años, es decir, una ventana estrogénica muy amplia, por lo que el tejido mamario está expuesto durante muchos años a los cambios hormonales y lo hace más susceptible al cáncer. También cuenta el hecho de no haber tenido hijos o dar a luz por vez primera después de los 35 años.

“Otras causas son el contar con familiares de primera línea (madre, hijas o hermanas) que hayan sido diagnosticadas de cáncer de mama en la premenopausia y también aquellas con antecedentes de una biopsia de mama cuyo resultado histopatológico haya sido una lesión premaligna (crecimiento anormal de las células que no reúne los criterios para ser un cáncer)”, manifiesta.
Mutación genética

Recientemente se ha hablado mucho acerca de los genes BRCA1 y BRCA2 o “genes del cáncer de mama“.

Las mutaciones en estos genes se pueden encontrar principalmente en mujeres con familiares jóvenes que han padecido este mal, pero este cáncer de mama de tipo hereditario no es lo más común.

“Según las estadísticas, estamos hablando de entre el 5 y 10 por ciento de todos los cánceres de mama que se presentan”, agrega la especialista.

“La manera de saber si se tienen mutaciones en estos genes es por medio de un análisis genético de las células sanguíneas, sin embargo, este estudio es muy costoso. Hasta hace poco se tenían que enviar las muestras sanguíneas al extranjero, pero afortunadamente ya se puede realizar aquí”, comparte.

Si el estudio arroja que existe una mutación en estos genes, significa que existe un mayor riesgo de padecer el cáncer de mama. Lo que se les ofrece a estas pacientes es la vigilancia médica y estudios de imagen de forma estrecha; la otra opción es la mastectomía profiláctica.
Mitos y realidades

Contrario a lo que se ha dicho recientemente en algunos medios de comunicación como la televisión, someterse a una mamografía no aumenta el riesgo de padecer cáncer de tiroides.

“Las investigaciones científicas señalan que no es necesario el uso de un protector de esta glándula al momento de realizar una mamografía, ya que la radiación emitida durante este estudio es muy poca y se concentra únicamente en la mama.

“De hecho, si se llegara a utilizar este protector se podría afectar el estudio, conduciendo a la repetición de éste o a diagnósticos incorrectos, lo cual sí aumentaría injustificadamente la dosis de radiación”, advierte.

Como parte de la lucha contra el cáncer de mama, el Centro Universitario de Imagen Diagnóstica del Hospital Universitario reduce el costo de la mamografía durante todo el mes de octubre.
El dilema de la mastectomía profiláctica

La relevancia a nivel internacional de que Angelina Jolie logró alejarse casi en un 90 por ciento de padecer cáncer de mama luego de someterse a una doble mastectomía profiláctica al detectarle una mutación del gen BRCA1, relacionado con este mal, la pregunta es si está indicada en cualquier mujer que presente factores de riesgo.

Este gen, junto con el BRCA2, se asocia también con el cáncer de ovario, causa por la que murió la madre de la actriz, y la probabilidad de desarrollar ambos cánceres cuando una paciente presenta estas mutaciones es de entre un 60 y 80 por ciento.

Para realizar la mastectomía profiláctica se debe individualizar el caso de cada paciente, explica Sonia Flores Moreno, cirujana oncóloga con especialidad en glándula mamaria.

El procedimiento consiste en extirpar todo el tejido mamario de ambas glándulas, y al momento de la cirugía se realiza la reconstrucción con un implante mamario y los resultados estéticos son muy aceptables.

Pero lo mejor: el riesgo se reduce en un 90 por ciento.
Candidatas

Entre más edad, explica Sonia Flores Moreno, la probabilidad va aumentando, y este factor es para todas las mujeres.

Sin embargo hay un subgrupo de pacientes que tienen un riesgo más elevado: una mujer con cáncer de mama tiene una probabilidad mayor de desarrollar un segundo cáncer en la mama contralateral.

También aquellas que sin tener cáncer de mama portan mutaciones en los genes BRCA1 y/o BRCA2, o que son miembros de una familia con una mutación conocida en un gen con susceptibilidad al cáncer de mama, advierte la especialista.

Hay riesgo, además, cuando un varón de la familia ha padecido este mal.

Una mujer que recibió radioterapia al tórax, sobre todo antes de los 30 años, puede estar en este grupo.

Entonces, de entre todas estas características de riesgo, ¿quiénes son las candidatas para someterse a una mastectomía reductora de riesgo?

“Algunos médicos pueden aconsejar un seguimiento muy cercano que incluya mamografía anual acompañada de ultrasonido mamario; examen clínico semestral y autoexploración mamaria mensual, sin embargo, esto sólo va a aumentar la probabilidad de detección del cáncer de mama en una etapa temprana.

“Tratándose de reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama, cada caso se debe individualizar ya que existen opciones”, destaca Flores Moreno. “Pueden ser candidatas a lo que llamamos quimioprevención o quimioprofilaxis, que es un tratamiento aprobado y se ha demostrado su efectividad de que puede reducir de un 50 a un 86 por ciento las probabilidades de desarrollar un cáncer invasor, pero si son muy jóvenes su calidad de vida podría afectarse o tener alguna contraindicación.

“Entonces, la opción es la mastectomía reductora de riesgo, que debe ser bilateral y con previa información sobre los aspectos físicos, psicológicos y sexuales de la operación”.
Complicaciones

Es importante informar a la paciente que la mastectomía reductora de riesgo es una cirugía reconstructiva y que los resultados no son similares a la estética, como el aumento mamario.

Entre los riesgos posoperatorios puede haber sangrado, hematomas, seromas, infección, y muy poco probable, también, aparecer contracturas capsulares del implante mamario, pero lo mismo puede suceder en la cirugía estética.

Lo importante para una paciente de alto riesgo para desarrollar cáncer de mama, y que desee disminuir las probabilidades, es informarle sobre las opciones que existen, y si es candidata a una mastectomía reductora de riesgo que sea valorada por un equipo médico multidisciplinario y se traten también los aspectos emocionales.
¿Se acepta o no?

Hay quienes están a favor, y otros en contra, de realizar este tipo de procedimiento radical que trae consecuencias, como la sensibilidad y los riesgos quirúrgicos en una paciente que ni siquiera ha desarrollado cáncer.
Detección a tiempo

Las acciones que debe realizar toda mujer para mantenerse activa en la lucha contra el cáncer son:

-Autoexplorarse mensualmente las glándulas mamarias.

-La exploración médica anual

-La mamografía cada año

-El ultrasonido

-La elastografía

-La mamografía 3D o tomosíntesis

-La resonancia magnética nuclear

-La mamografía por emisión de positrones
Evita el riesgo

Quienes aumentan el riesgo de padecer cáncer de mama son aquellas mujeres que:

-Tuvieron su primera menstruación antes de los 12 años y la menopausia después de los 55 años, es decir, una ventana estrogénica muy amplia.

-No tuvieron hijos o dieron a luz por vez primera después de los 35 años.

-Cuentan con familiares de primera línea (madre, hijas o hermanas) que hayan sido diagnosticadas de cáncer de mama en la premenopausia.

-Tienen antecedentes de una biopsia de mama cuyo resultado histopatológico haya sido una lesión premaligna.

EL DATO

Existe un subgrupo de pacientes que tienen un riesgo más elevado: una mujer con cáncer de mama tiene una probabilidad mayor de desarrollar un segundo cáncer en la mama contralateral.