* Advierte que afectará competitividad y provocará malestar social; el Presidente del Centro Empresarial, Jesús Padilla Zenteno recordó que la baja calidad y desabasto de agua tiene a la Ciudad de México en las últimas posiciones de la OCDE

Ciudad de México, a 9 de noviembre de 2016

El presidente de Coparmex-CDMX, Jesús Padilla Zenteno pidió al Congreso de la Unión que reconsideren el recorte de 70% sobre el presupuesto de Agua, que plantea el PEF2017 para la Ciudad de México, pues advirtió que ello amenaza la competitividad de la Ciudad y podría generar serios conflictos sociales.

El dirigente empresarial advirtió que un recorte de esta magnitud es humana y socialmente inaceptable, cuando el acceso al agua se ha reconocido como un derecho humano y es indispensable para la viabilidad de la Ciudad y sus se afecta a los 8.8 millones de habitantes.

A su vez, Carlos Mendoza, presidente de la Comisión de Desarrollo Sustentable de Coparmex-CDMX enfatizó la petición a los legisladores para que realicen el recorte presupuestal sobre áreas de menor prioridad.

“El primer reto para la capital es que los diputados devuelvan los 679 millones de pesos que eran destinados para agua y drenaje, pues podría derivar en un grave problema dado que se prevén bajos niveles de lluvia en los siguientes años y ello podría derivar en cuadros de escasez que generen graves conflictos sociales”, advirtió Carlos Mendoza.

A su vez, Padilla Zenteno recordó que en la última evaluación respecto a la calidad, cobertura y tratamiento de aguas residuales, hecha por la Organización para la Cooperación de los Países en Desarrollo (OCDE), las ciudades mexicanas ocuparon las últimas posiciones en un ranking de 48, siendo la Ciudad de México una de las que más desperdicia con una pérdida de 40% anual.

Jesús Padilla refirió que para la OCDE la falta de agua es una de las principales causas de desigualdad en el país, y en el caso de la Ciudad de México el desarrollo económico y la concentración demográfica, generan una gran presión sobre el líquido, lo que afecta la estabilidad social, económica y política.

El dirigente del Centro Empresarial observa que seguramente el tema del agua, porque “no se ve” en la infraestructura de la ciudad, no sea un asunto con ganancia política, pero es de absoluta necesidad para los ciudadanos, por lo que también solicitó que se atienda el mantenimiento a la red de agua, que es la principal causa de fuga del líquido que tan escaso es en la capital del país.

En este sentido, consideró indispensable que los legisladores consideren reintegrar el presupuesto completo de 1 mil 117 millones 833 mil pesos que recibía la Ciudad para llevar a cabo la gestión de aguas, pues aun cuando son inversiones con poca visibilidad y efectos políticos son indispensables para garantizar la buena marcha de la ciudad, ya que afecta a programas de atención de fugas, renovación de la red hidráulica y cambio de válvulas.

Padilla Zenteno y Carlos Mendoza coincidieron en que la gestión hídrica de la ciudad no puede seguir rigiéndose por planes de corto plazo y decisiones políticas de último momento. Se requiere, dijeron, un proyecto de largo alcance que contemple la renovación de infraestructura que supera los 50 años de edad, ubicación de fugas y servicio de monitoreo para evitar nuevas fallas en el sistema, así como inversión en el tratamiento y sistemas de recuperación de aguas residuales.

Carlos Mendoza, advirtió que una situación de escasez de agua sin duda afectará la competitividad de la Ciudad de México en grado de inversión, pues el acceso al agua se ha convertido en factor mundial para la llegada de nuevas empresas a los mercados emergentes, funciona como elemento para atraer nuevos talentos e incluso pesa en la calificación de deuda de los países.

Finalmente, Jesús Padilla insistió en que la sustentabilidad del agua debe ser vista como prioridad dentro de los planes de gobierno para los siguientes años, por lo que pidió al Congreso de la Unión y al gobierno de la capital darle al tema del manejo del agua la importancia que requiere pues de ella depende la calidad de vida de los capitalinos.