Los poblanos que no pudieron salir de la capital durante la semana santa, aprovecharon su estadía para acudir al Parque de Amalucan.

Como si estuvieran en alguna playa del país como Cancún, Acapulco, Puerto Vallarta o Los Cabos, los bañistas se pusieron sus mejores bikinis, shorts, salvavidas y sus bloqueadores solares.

Niños y jóvenes, padres y abuelitos, acudieron este fin de semana a las Playas de Amalucan.

Alrededor de la playa, se podían ver zapatos, ropa, toallas de quienes ingresaban al Ojo de agua.

Unos se daban sus chapuzones, otros jugaban a aventarse agua en la cara, se divertían como si sus vacaciones en la playa fueran reales.

Como si fuera una novedad, padres emocionados se les veía fotografiando a los pequeños que disfrutaban de unos minutos dentro del agua.

Jaime, de 10 años de edad, relató que fue una experiencia divertida, pues viajó desde el municipio de Ciudad Serdán junto con varios de sus primos.

“Sí (me gustó) porque en estos tiempos de calorones queda bien porque el agua está bien fría. Viajamos desde Ciudad Serdán, mis papás no pudieron llevarnos a la playa, pero aquí estamos”, comentó.

Como la mayoría de los poblanos salieron a otros destinos, el cuerpo de agua no estuvo saturado como en otras ocasiones.

Nicolasa Cortés de 37 años de edad, dijo que no se quedó con las ganas de entrar y disfrutar un rato de esparcimiento con sus hijos.

“La verdad para estas fechas esta buena y como muchos salen no hay mucha gente, y esta bueno”, señaló.

De esta forma, cientos de visitantes esperaban turno para entrar a uno de los cuatro grupos que podía ingresar por 90 minutos al Ojo de Agua.

Durante este tiempo, solo 150 personas tenían acceso al espacio que fue rediseñado y adaptado para poder nadar sin ningún riesgo sanitario.

Las autoridades municipales contaron con 30 minutos entre cada grupom que ingresó desde las 10 a 11:30, 12 a 13:30, 14 a 15:30 y 16 a 17:30 horas para revisar las condiciones del agua y los filtros.

Jesús Rojas, salvavidas e integrante del grupo de logística del parque, informó que además de la puesta en marcha de los biofiltros, limpian la zona y leen el reglamento de ingreso a cada grupo para prevenir accidentes, largos periodos de exposición al sol y riesgos sanitarios.

“Hay unos biofiltros que están instalados en el cuarto de máquinas que sirve para purificar el agua y colorarla para ayudar a que absorba la mayor cantidad de sudor y pipí, además acomodamos a la gente para que entre al agua con las mejores condiciones”.

La Secretaría de Desarrollo Urbano y Sustentabilidad del Municipio de Puebla estimó la visita de aproximadamente 2 mil 400 personas durante la temporada de vacaciones de Semana Santa, por lo que se duplicó la presencia de guardias de seguridad.