- El comisionado Jorge Alan Urbina Vidales advierte que nadie debe usar productos a base de supuesto alcohol etílico sin saber su procedencia porque pudiera estar adulterado y causar daños a la salud o incluso la muerte
**Bebidas alcohólicas, cosméticos, gel antibacterial y alcohol antiséptico no se deben usar sin saber su procedencia **
El Comisionado Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios de Sinaloa (Coepriss), Jorge Alan Urbina Vidales, recomienda a la población no consumir bebidas alcohólicas, ni hacer uso de productos cosméticos y dispositivos médicos (gel antibacterial y alcohol etílico desnaturalizado) de los cuales se desconozca la procedencia debido a la alerta sanitaria sobre comercialización ilegal de alcohol etílico (etanol) adulterado con alcohol metílico (metanol), mezcla tóxica no apta para consumo humano.
El comisionado explicó que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) realiza una investigación que inició a partir del informe enviado por la autoridad sanitaria de Jalisco sobre la intoxicación por consumo de alcohol de la marca “El Chorrito” en diversas localidades de la entidad, como La Garita, Contla y El Tulillo del municipio de Tamazula de Gordiano y Epenche Chico y La Cofradía del municipio de Mazamitla. “El producto antes referido, fue adulterado con alcohol metílico (metanol) y a consecuencia de ello se reporta que han fallecido 25 personas hasta el momento por el consumo de alcohol “El Chorrito”, declaró el titular de Coepriss.
Urbina Vidales precisó que Cofepris realiza visitas de verificación sanitaria en diferentes entidades a los establecimientos que vendieron la materia prima para la elaboración de los productos adulterados.
Explicó que el alcohol etílico es usado para la fabricación de bebidas alcohólicas, cosméticos, dispositivos médicos (gel antibacterial y alcohol etílico desnaturalizado) y como desinfectante en las fábricas de medicamentos, entre otros. Tiene propiedades antisépticas y es encontrado en toallitas anti-bacteriales y geles de mano. Además es la base de muchas pinturas y perfumes porque es un buen disolvente.
A diferencia del alcohol metílico (Metanol) que es usado en aplicaciones industriales (solventes, anticongelantes, fabricación de plásticos, en la producción de pinturas, barnices, cementos, tintas, plásticos, colorantes, entre otros, y como combustible y en aplicaciones domésticas como alcohol para quemar.
Advirtió que los efectos para la salud por el uso inadecuado del alcohol metílico, al inhalarse son irritación de las mucosas nasales y oculares. Produce asfixia, vértigo, tos, dolor de cabeza, náuseas, vómito, trastornos oculares, convulsiones e inconsciencia.
Dijo que al ingerirse causa disturbios visuales, dolor abdominal, diarrea, vómito, inconciencia. En casos graves: coma, paro respiratorio, ceguera, convulsiones, acidosis metabólica severa y muerte.
Sostuvo que se absorbe por la piel presentando efectos iguales a la inhalación. Produce resequedad, enrojecimiento y dolor y en los ojos causa irritación, dolor, lagrimeo, sensación de quemadura y visión borrosa.
Jorge Alan Urbina Vidales apuntó que además de lo señalado, la eliminación del alcohol metílico en el cuerpo es lenta y los efectos crónicos de sobrexposición pueden incluir daños a los riñones y el hígado, además la exposición repetida o prolongada en contacto con la piel conduce a dermatitis.
La autoridad sanitaria también recomienda que en el caso de haber ingerido bebidas alcohólicas adulteradas, se acuda de manera urgente a la unidad médica más cercana e informe todos los detalles que permitan tener un diagnóstico y un tratamiento para su atención inmediata.
Se advierte a los fabricantes que utilicen alcohol etílico como materia prima que deberán garantizar que se cumpla con lo establecido en la legislación sanitaria vigente para la fabricación de bebidas alcohólicas, cosméticos y dispositivos médicos (gel antibacterial y alcohol etílico desnaturalizado).
El comisionado enfatizó que la COEPRISS continuará con los protocolos y acciones de vigilancia para evitar que las empresas o establecimientos incumplan con la legislación sanitaria vigente y que los productos que sean comercializados en territorio nacional no representen un riesgo a la salud de la población.